“…
La última vez que lo vi fue por una pirueta del azar que lo colocó en una foto que decoraba esa pizzería en Brujas. Era una foto de la Torre de Pisa en la que aparecía mucha gente tumbada en una explanada de hierba y él era uno más de los turistas que descansaban plácidamente bajo el sol. Estaba solo, con la cara al sol y los ojos cerrados. Tenía el pelo mucho más largo. Fue como espiar a un fantasma.
[…]
¿Por qué, de entre todas las personas posibles, precisamente él estaba en esa foto? ¿y por qué yo estaba ante la foto?
…”

Fragmento en el que Joanne reencuentra a Zach Mamoulian y desencadena la historia de Detrás de los armarios de Joseph Macy.

Electrodomésticos de la familia

En ocasiones el animismo puede inspirar a las personas a hacer cosas curiosas: en un piso de estudiantes de Barcelona, compartido por un grupo variable de hasta seis personas, cada vez que un electrodoméstico cumple años o muere, se reúnen todos los que lo han usado a lo largo de la historia del piso para celebrar una fiesta o un velatorio, según convenga. Unos se apuntan, otros no, según les parezca.
Mención especial merece el imán artesanal que recibió la nevera en su decimoquinto aniversario, lamento no poder incluir documentación gráfica. Deberá bastar con decir que se trata de un pastel de cartulina con un 15, dos marcianos y una vaca con gafas de sol.

Lunes, primera hora:
Me planto con mis papeles,
lo mismito que ayer.
Miro de nuevo en el bolso,
sí, he traído el carnet…
Y ahí estaba él: el empleado del mes.
Y ahí estaba él: el empleado del mes.
Y ahí estaba él: el empleado del mes.

Ay, venga, maldito canalla,
me estás matando,
basta de jugar.
Te he dado todo lo que tengo,
maldito canalla,
me vas a matar.

Ya he hecho lo que me has pedido:
colas, instancias, leer y firmar…
sin recibir nada a cambio
más que otro sello en el historial.

Te busco, te encuentro, te odio,
con tu desdén
me haces sufrir.
Ay, venga, maldito canalla,
me estás matando,
dependo de ti.

La Chula Sindientes, canción de su primer disco Sus vais a enterar

“Hay personas que se obsesionan por cosas, ¡qué gran error! Hay que tratar a las cosas como nos tratan ellas a nosotros. Las cosas se ocupan de sí mismas, no somos tan importantes para ellas.”

Ensayos sobre Budismo Zen. Segunda serie por Daisetsu Teitaro Suzuki.

Ella: Lleva horas subiendo y bajando en un ascensor incontrolable que pasa por pisos conocidos y luego sube hasta andamios desconocidos. Ya ha renunciado a su libreta colegial olvidada y desciende hasta un párquing con estanterías vacías ordenadas en pasillos iluminados con una luz hiriente, diáfana y artificial. Se dirige con comodidad mundana hacia una luz distinta, cálida. Por fin puede llegar al exterior, a la calle.
Justo entonces él…
– Despiértate ya, ya han acabado, ¡venga! Ya han puesto todo en su sitio. Están esperando a que lo veas y le des el visto bueno al día.

Él: No puede dormir desde las 6, la mira a su lado y piensa que despierta gana mucho. Dormida él no la reconoce, le cuesta recordar qué ha ido bien y qué no, desde que viven juntos. Piensa que no estuvo bien su asunto con la rubia de pelo alborotado, pero no consigue sentirse mal. Poco a poco sale el sol, ella aún duerme y él empieza a inventar cualquier cosa para retenerla a su lado y conservar la apuesta de los dos. Le vence la espera y…
– Despiértate ya, ya han acabado, ¡venga! Ya han puesto todo en su sitio. Están esperando a que lo veas y le des el visto bueno al día.

Marnie Braddock

“Cuando alguien habita en tu cabeza puede desordenártela. Y que cuándo quieras echar mano de algún recuerdo, ya no esté. Puede haberlo cambiado de sitio, o haberlo robado, o estropeado para siempre.”

En El hombre inolvidable de Alejandra Bustillo.
Ilustración sobre la teoría de Franz Joseph Gall acerca de la localización de los atributos del carácter, principios del siglo XIX.

“…
¿Por qué un corto, que ya es corto, tiene un ritmo más lento que un largo? ¿Por qué no apuran si tienen menos tiempo? Hay algunas tendencias en el cine, que no comprendo, que parecen consistir en cansar al pobre espectador. Cuando uno de estos hace un corto ¿intenta que te canses en menos rato?
…”

David Manning en una mesa redonda sobre cine.

“…
Lo siento, yo no perdono,
tranquilo es a ti a quién no olvido.
Ahora toca la culpa,
es negra y yo no la quiero,
es blanca y es una bandera
que está en la cima del mundo.
El mundo rueda cuesta abajo
y cae en una cama de oro.
…”

Fragmento de la canción Sinfonía en mal menor de Pilar Cuesta.