El primer paso hacia el lujo

Pocas cosas pueden unir tan perfectamente el lujo y la autosuficiencia como desplazarse en helicóptero. Y aunque no se trate de un transporte al alcance de todos, no debemos renunciar tan rápido a nuestras aspiraciones.
El MAAPPF recomienda, en este y casi todos los menesteres, ir paso a paso. Es por este motivo que ponemos a su disposición Heliself, el kit de instalación de su propio helipuerto. Por fin estará usted dando el primer, y asequible, paso para poder, algún día, gozar de la libertad que le brindará el más autónomo de los transportes.

Una imagen vale más que un millón de palabras

A menudo, los problemas comunicativos nacen de la dificultad de recrear la realidad de manera fiel. Las situaciones pueden ir desde la frivolidad de explicar un tropezón, hasta la trascendencia de prestar testimonio en un juicio.

Por eso, el MAAPPF se puso manos a la obra y llegó a un primer modelo de cámara que, implantada en el ojo del usuario, registra todo lo que éste ve. El éxito se preveía general, sin embargo, las primeras pruebas han evidenciado que esta cámara cumple sólo en parte los requerimientos del público: los usuarios desean aparecer en sus propias imágenes. Nuestra nueva cámara Dactiloray resuelve este inconveniente.

Se trata de un dispositivo que, insertado como un dedal, lanza un rayo invisible que al contactar con un sólido graba desde allí hacia la posición de partida. También, desde una consola opcional colocada alrededor de la muñeca, se puede configurar el rayo para que grabe desde una determinada distancia, sin necesidad de un sólido que designe su posición. Las posibilidades son ilimitadas. En el futuro será difícil entender cómo vivía la gente cuando aún no era posible tener toda la vida en imágenes. ¿O es que nadie ha pensado nunca que la vida, hace años, era en blanco y negro?

Más que de puño y letra

La comunicación siempre ha sido compleja y pese a que las nuevas tecnologías han multiplicado las vías posibles para llegar a los demás, también algunas veces merman los matices del mensaje en sí y se hace difícil su comprensión. ¿A quién no le han faltado recursos para reflejar el tono de un correo electrónico? ¿Quién no ha echado mano de emoticonos, admiraciones excesivas, interjecciones inverosímiles…? Y más aún, ¿a quién no le ha incomodado la frialdad de un escrito recibido en el que no se percibe estado de ánimo alguno?

Nuestro teclado Pathograph hace una traducción fidedigna de nuestro estado de ánimo al texto que escribamos. ¿Cómo? Adapta las grafías a la presión ejercida por los dedos al teclear. El teclado dispone de un software que modifica el color, tamaño o grosor de los caracteres según el trato que el teclado reciba. Si se teclea con suavidad el texto aparecerá con atributos equilibrados, pero, en cambio si escribimos con un ritmo acelerado, aporreando las teclas, el texto aparecerá en mayúsculas. Y de ese modo quedarán atrás esos textos asépticos que tanto nos confunden. La comunicación será, por fin, transparente, más que de puño y letra.

Dejar de fumar, toda ayuda es poca

Dejar de fumar es una tarea dura, lo sabemos. Cualquier técnica de apoyo para lograrlo merece nuestra atención. Es por ello que apreciamos las sugerencias recibidas en torno al estudio del principal residuo de la adicción tabaquista: la colilla.

Cada persona apaga el cigarrillo según éste ha sido fumado: en función del disfrute que ha producido, de la saciedad producida, del entorno en el que se fuma…
El campo que se abre ante nosotros es asombroso, la Morfología de la Colilla refleja el acto mismo del fumar en toda su extensión y de su estudio detallado dependerá el éxito del noble propósito de abandonarlo.

El despertador, ¿amigo o enemigo?

Nuestros despertadores nos despiertan, bien, pero no nos ayudan a llegar a la hora prevista a nuestros quehaceres, ¿qué tal si pensamos en que todos los despertadores estén controlados por satélite y que distribuyan el tiempo y las personas en función del tráfico y los demás factores que nos afectan para poder llegar a tiempo?

Les presentamos el Terminal Sincrotrans, en él habremos configurado el lugar adonde vamos, el tiempo que tardamos en estar listos, el medio de transporte que usaremos… Y el despertador sonará a la hora necesaria para que todos lleguemos a nuestro destino. El ordenador central que dirige el Sistema Sincrotrans tendrá en cuenta que no deberán coincidir en el mismo medio de transporte más personas de las que éste pueda absorber y nos distribuirá en consecuencia.
También deberemos configurar, en nuestro terminal, nuestro índice de tolerancia al desastre. Se priorizará la distribución de personas con baja tolerancia al desastre ya que pueden distorsionar los desplazamientos de los demás usuarios y minar el objetivo último de este dispositivo: la armonía universal.