Comerse la cabeza
«La capacidad de preocupación de la mente humana podría explicarse con una constante, un valor personal que cuantifica el esfuerzo que cada persona dedica a preocuparse, haya motivos o no. Dicho de otra manera, y usando una de esas expresiones populares tan llenas de sabiduría y acierto: Quien no tiene su propia cruz, se la hace con dos palitos.»

Fragmento del ensayo Terapias actuales para el mundo de hoy del doctor Gabriel Solano.









