El código y el mensaje

«…
Sólo en el arte culto, adulto, posterior, el código importa más que el mensaje. El adulto hace un cuatro cuando tiene que contar cuatro. El niño, en su cuatro, pone el alma y la vida. Se lo juega todo en cada cuatro, como el hombre primitivo en cada ciervo.
…»

Reflexiones de Francisco Umbral en Mortal y rosa.

2 comentarios en «El código y el mensaje»

  1. Desde luego esto algo enlaza con aquello que habla Wittgenstein, el segundo, en sus Investigaciones: el niño refunda el cuatro cada vez que lo profiere, cada vez que lo dibuja, cada vez que ese cuatro es también una silla o la nariz del "un 6 y un 4 y la cara de tu retrato". Y ese es el fulgurar que interesa, y que le interesa al arte. Una caja, es una casa. El lenguaje de lo poético.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*