La cosa más fea del mundo (1ª edición): Candidato 3
La Hesperia Tower de Bellvitge en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona)
El barrio de Bellvitge, en el extrarradio de Barcelona, es un puzzle inacabado de barrios dormitorio, solares transformados en vertederos y nudos de carreteras. Se añaden al conjunto un hospital oncológico semiabandonado y la extraña silueta del hospital de Bellvitge. Para solventar este deslavazado panorama se encarga a Richard Rogers el proyecto para construir una torre emblemática que albergara un hotel de 5 estrellas, un restaurante de lujo y un centro de convenciones. Y el hombre, seguramente inspirado en el concepto “puzzle”, se puso manos a la obra. El fruto de sus esfuerzos es una torre inconcebiblemente fea que parece un amasijo de ideas inconexas: Un bloque de cemento armado rematado por una cuadrícula de metal naranja, una escalera de caracol suspendida en el aire, ascensores panorámicos… y, como si de una película de Spielberg se tratara, un buen ovni que remata el conjunto.
Como es habitual en la fealdad arquitectónica, el edificio que ya de por sí no pasaría desapercibido, se encuentra además ubicado en un enclave estratégico para ser el centro de las miradas. Sólo hay un beneficiado de esta situación: el hospital de Bellvitge, que comparado con la Torre Hesperia parece ahora un ejemplo de comedimiento arquitectónico.
Nota: ¡Qué bien combina la gasolinera Galp que hay a los pies de la torre! ¿Es premeditado que el color del logotipo de Galp sea idéntico al de la cuadrícula de la torre?