Los nombres de las cosas: Fascículo 4
Chaple
1. m. Hueco interior entre el pendiente y el orificio efectuado en el lóbulo de la oreja a fin de colocarlo.
Chaple
1. m. Hueco interior entre el pendiente y el orificio efectuado en el lóbulo de la oreja a fin de colocarlo.
Pachorra
1. f. Rodillo de madera, de forma oblonga para amasar hojaldre.
Restinga
1. f. Acumulación de objetos circulares.
Matalotaje
1. f. Ascua de carbón utilizado para quemar hilos deshilachados en labores tricoteras.
Sobre bosques y prados
Las blancas nubes
Y el cielo azul y claro
Y sobre el verde oscuro
El cielo abierto
Que envuelve el viento libre
Tierras de Normandía
Entre los verdes campos
Vuela un pájaro
Hay nubes de verano
Tierra verde y plana
Caballo blanco
Tras los altos árboles
Esperanza de un cielo
Que en azul se abre
Los campos rodeados
Por sus guardianes
Comparten verde y ocre
En su verde remanso
Se solaza en silencio
Un viejo pueblo
Por el verde horizonte
Orgullosa en su piedra
Hay una iglesia
Aire que me promete
Encontrarme a mí mismo
En lo lejano
Camino de piedra gris
Brilla en plata el tejado
Refleja el cielo
A través del camino
Tallos de verdes yerbas
El viento suave
Como blancos gigantes
En el cielo se ven
Molinos de viento
Tapiz de tierra y verde
Suave ondulación
Bajo el cielo dibuja
Campos de Normandía
Agradecido cielo
Vacas pastando
Carreteras extrañas
Sobre árboles casas
Una gran luna
Daniel Lubinovich y Marnie Braddock
El fenómeno nació en Olivehurst (California), que también estuvo tristemente de actualidad por el asesinato de un profesor y tres alumnos en 1992. Allí mismo pero en la década de los 1950, un puñado de alumnos se dedicaban a datar la resistencia de escupitajos colgantes del techo de las aulas. Este inusitado interés fue el origen de lo que se llamó Loogies Stalactites Contest (Concurso de estalactitas de escupitajos) e incluso se extendió a otros centros. En estos concursos se valoraba tanto la longitud como la durabilidad de los escupitajos resecos escupidos en el techo y se otorgaban premios. Estas prácticas fueron prohibidas y sobreviven ya solo en la memoria de algunos exalumnos, como el que me contó la historia.
“…
Por alguna extraña razón pretendía llegar a tiempo a la reunión. Ya pasaban varios minutos de las 10 y, además, ni siquiera tenía claro qué debía decir. Sin embargo, aceleró el paso. Las explicaciones -que su jefa, por supuesto, no iba a comprender- no podían esperar.
De pronto sintió un leve choque en la pierna derecha, por encima de la rodilla. Primero pensó que se trataba de abeja o algún otro estúpido insecto, pero un sonido metálico en el suelo justo después del impacto pulverizó esta hipótesis. Se detuvo, buscó por el suelo el objeto misterioso y vio con asombro que el objeto que aún rodaba por el suelo junto a sus pies era nada menos que UNA BALA.
Tras comprobar que su pierna continuaba en perfecto estado de revista, le aterró la idea de que alguien hubiera podido disparar contra él y empezó a girar sobre sí mismo escrutando las ventanas de los edificios circundantes. La más aplastante lógica le hizo ver que él, un chupatintas insignificante, no podía representar una amenaza para nadie y debía tratarse de un azar. Pero, siguiendo la única opción que conseguía considerar: ¿A qué distancia se tiene que disparar una bala para que rebote en una persona sin causarle daño alguno? Pronto su mente se proyectó hacia lo inverosímil: “¿Es que puedo parar las balas?”.
…”
«El gran Fali Moreno» en Superhéroes de rojo celofán, recopilación de cuentos del Colectivo Cineflux.
Dejar de fumar es una tarea dura, lo sabemos. Cualquier técnica de apoyo para lograrlo merece nuestra atención. Es por ello que apreciamos las sugerencias recibidas en torno al estudio del principal residuo de la adicción tabaquista: la colilla.
Cada persona apaga el cigarrillo según éste ha sido fumado: en función del disfrute que ha producido, de la saciedad producida, del entorno en el que se fuma…
El campo que se abre ante nosotros es asombroso, la Morfología de la Colilla refleja el acto mismo del fumar en toda su extensión y de su estudio detallado dependerá el éxito del noble propósito de abandonarlo.
Esta frase es la elegida por mi vecino para su epitafio.
“El tiempo es un aliado rarísimo que acaba solucionando el problema porque te obliga a aburrirte de él.”
Loretta en La culpa blanca, novela de Loretta O’Neill.