«…
-No es que no quieras hacerme daño, es que quisieras que lo que haces no me doliera.
Pero él permaneció inmóvil, la desfachatez es impenetrable.
…»

En El carrusel de los reproches de Saulo García Fortes.

«Nuestras vidas fluyen por el pequeño espacio que dejan los acontecimientos, los azares, los contratiempos… Son como el agua entre las rocas.»

Cita procedente de la obra de Zhuangzi, filósofo chino del siglo IV aC.

“…
-¿400 dólares? ¿Por esto? –Se giró rápidamente hacia la primera cara que reconoció. -¡Te echo una carrera al aeropuerto!
…”

La espontaneidad de Malcolm en Ni rico ni honrado, película de James Huth.

”…
Y de todas las cosas que me podía decir, me dijo la peor.
¿Por qué tuvo que decir la peor? ¿Era realmente la peor posible? Únicamente fue la peor porque fue la que eligió.
…”

Fragmento de uno de los testimonios anónimos en la recopilación Cómo discutir y morir en el intento, de Carlota Castellana.

”…
Después de hacer un inventario de los errores que cometo sin remedio aparente, hizo un alto para detallar sus aciertos continuos, fruto de una claridad de ideas congénita y una tenacidad aprendida a fuego desde sus humildes comienzos. Me miró con superioridad, orgulloso de sí mismo, y me preguntó acusador:
– Porque tú… ¿qué has hecho con tu vida?
Yo, que siempre me acobardo cuando me censuran, contesté por acto reflejo, como un niño al que acusan de haber roto un jarrón:
– Nada… creo.
Aún no entiendo por qué me gritó aún más y por qué siguió hablando tanto rato. Yo sólo le había preguntado “¿Qué tal va todo?” porque lo había visto muy triste.
…”

Fragmento de Los listos también lloran de Jean Antoine Coins.

”…
Tropezó por tercera vez, esta vez todos los papeles se llenaron definitivamente de barro. Intentó ser paciente buscando, tal como decía el Padre Juan, la voz del Señor en su interior para que le guiara. Y no sólo no escuchó ninguna voz reconfortante, si no que ese silencio se llenó con sus propias quejas contra ese ser capaz de hacer el mundo sin equivocarse.
– ¡Tú! Que lo haces todo tan bien… que todo te parece tan fácil… ¡Tan perfecto que eres!… -Y, al ver el zafarrancho en  que se habían transformado sus intentos por hacer las cosas bien, estalló- ¡Hazlo tú! ¡Eh! ¡Hazlo tú!
…»

En Tengo hambre, frío y sed de Manuel Alvarado.

”Muchas personas buscan desesperadamente un premio, pero su miedo al castigo es tan grande que buscan mal: buscan a escondidas, donde no hay nada que encontrar.”

Cita de Padmasambhava, el Guru Rinpoche, maestro hindú del siglo VIII.