“Los occidentales no entendemos porqué un japonés lleva arroz a sus muertos, le diríamos: ¿es que va a venir el muerto a comerse el arroz? y él podría contestar: ¿y es que vendrá tu muerto a oler las flores?”

Joan Francesc Mira en su conferencia “Imatges i narracions d’una altra vida” dentro del ciclo Vivències de la mort.

“…
La última vez que lo vi fue por una pirueta del azar que lo colocó en una foto que decoraba esa pizzería en Brujas. Era una foto de la Torre de Pisa en la que aparecía mucha gente tumbada en una explanada de hierba y él era uno más de los turistas que descansaban plácidamente bajo el sol. Estaba solo, con la cara al sol y los ojos cerrados. Tenía el pelo mucho más largo. Fue como espiar a un fantasma.
[…]
¿Por qué, de entre todas las personas posibles, precisamente él estaba en esa foto? ¿y por qué yo estaba ante la foto?
…”

Fragmento en el que Joanne reencuentra a Zach Mamoulian y desencadena la historia de Detrás de los armarios de Joseph Macy.

“Hay personas que se obsesionan por cosas, ¡qué gran error! Hay que tratar a las cosas como nos tratan ellas a nosotros. Las cosas se ocupan de sí mismas, no somos tan importantes para ellas.”

Ensayos sobre Budismo Zen. Segunda serie por Daisetsu Teitaro Suzuki.

“Cuando alguien habita en tu cabeza puede desordenártela. Y que cuándo quieras echar mano de algún recuerdo, ya no esté. Puede haberlo cambiado de sitio, o haberlo robado, o estropeado para siempre.”

En El hombre inolvidable de Alejandra Bustillo.
Ilustración sobre la teoría de Franz Joseph Gall acerca de la localización de los atributos del carácter, principios del siglo XIX.

“…
¿Por qué un corto, que ya es corto, tiene un ritmo más lento que un largo? ¿Por qué no apuran si tienen menos tiempo? Hay algunas tendencias en el cine, que no comprendo, que parecen consistir en cansar al pobre espectador. Cuando uno de estos hace un corto ¿intenta que te canses en menos rato?
…”

David Manning en una mesa redonda sobre cine.

“…
Lo siento, yo no perdono,
tranquilo es a ti a quién no olvido.
Ahora toca la culpa,
es negra y yo no la quiero,
es blanca y es una bandera
que está en la cima del mundo.
El mundo rueda cuesta abajo
y cae en una cama de oro.
…”

Fragmento de la canción Sinfonía en mal menor de Pilar Cuesta.

“…
Finneman – Todo el mundo tiene madera de espía. Por ejemplo, piensa en todas esas personas que se sientan a tu lado en el metro. Si revuelven el bolso para buscar algo, ¿no es cierto que se te escapa la mirada?

Carver (molesto) – Yo no me fijo, no tengo porqué, no me interesa y no lo hago.

Finneman (concesivo) – Hace unos días una mujer estaba a mi lado en el metro, se le había perdido algo, y no pude evitar espiarla, pensar adónde iba y a qué. Pero me di cuenta de yo tenía en la mano el papel que estaba usando como punto de libro mientras leía, ¡y en papel estaba escrita la dirección del lugar adónde iba! Lo giré como un acto reflejo.

Carver (cínico) – ¿Y crees que la mujer te iba a seguir? ¿O informar a sus superiores? Si tanto os interesa la vida de los demás deberíais tener las narices de reconocerlo. Finneman, si esa mujer era tan entrometida como tú quizás estáis hechos el uno para el otro.

Finneman (sonrojado) – Especulas, Carver, especulas…
…”

En la obra Mil uno, mil dos, mil tres… de Marcel Michaels.

“…
De camino al tren revisó su estómago, ni rastro de las cosquillas que había sentido en su primera cita a ciegas. Descubrió sin sorpresa que ya ni siquiera le hacía ilusión.
Estaba ya cerca del Matraka y decidió entrar para saludar a Frank, como siempre con un estrecho abrazo. Aún seguían abrazados cuando Victoria se despidió para continuar andando hasta la estación. Ya en el tren metió la mano en el bolsillo del pantalón para acomodar la tela que parecía tener algún doblez o algún objeto olvidado. Era algo duro. Al sacarlo vio con espanto que era un dedo negruzco y seco, parecía un meñique.
…”

La noche de los tres errores de Carlos Cala.

“Cuando adviertes que de todas las vidas que querías vivir sólo puedes escoger una, estás transformándote en adulto. A ciertas alturas de la vida uno ya empieza a ser lo que ha hecho… y lo que no.”

I don’t like domingos de Carmen Montraveta.