Una pistola en la biblioteca

“…
Llegué poco antes de la hora convenida a la biblioteca pública, me dirigí hacia el mostrador, sabía que cualquier vacilación mostraría mi inexperiencia como enlace y no titubeé:
-Soy la hermana de Merrill, vengo a por la pistola. McKenna está al corriente.
Los ojos de la mujer me atravesaron como rayos X y se levantó con gesto decidido:
-Sígueme, está aquí.
Abandonó con total discreción su puesto frente al que varias personas continuaban haciendo cola ordenadamente.
Me condujo por un pasillo silencioso, mientras caminaba estiró de un colgante de su cuello que terminaba con la llave con la que abrió la puerta del almacén. Allí estaba el paquete, me lo entregó. En ese justo instante mi vida anterior se cerró con un portazo.
…”

Fragmento de El sendero del caracol, obra escrita conjuntamente por varios autores.

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