La mano derecha
«…
–Si todo sale según lo previsto seré su mano derecha. –Y tras una pausa enfática- Lo cual está muy bien para mi carrera.
La respuesta de la concurrencia fue tibia:
–Eso depende de lo que él pretenda hacer con su mano derecha…-Respondió el más rápido.
…»
En 100 veces más y me lo aprendo de Joan-David Piñol.
Tierralandia,
Es triste, pero hay hombres (el más rápido) que sólo piensan en una cosa, y siempre la misma. Si a eso le llamamos «pensar». Yo no soy de ésos.
Muy picante e insinuante tu escrito, que, no, por breve, tiene nada que envidiar a ninguno.
Felicidades.
Muchas gracias Antonio!
Lo malo de este texto es que ya nunca más podré interpretar de manera inocente eso de ser la mano derecha de alguien. Gajes literarios…
Un abrazo!
Ni de manera inocente, ni de manera positiva. Y una cosa… Supongo que un zurdo diría: serás mi mano izquierda, aunque supongo que le iría mejor que fuera la mano derecha.
ejem …quizás dependa de si el otro es diestro o zurdo, no? ya me callo.
Bueno, puede que el otro sea manco… yo también me callo 😉