Hallazgos: Fascículo 12
Desde otra de las puntas del mundo, Colombia, pasando por una cocina de Cagliari, en Cerdeña:
¡Qué suerte tiene el ser amado de que el Maestro Diomedez pueda intervenir para remediar sus errores! Menos mal que volverá, por fin, al lado de quien le ama tanto que desea verle «rendido humillado a tus pies sometido y arrepentido». Eso es amor y lo demás, virutas.
Este tio da miedo…
Queda claro que estos van mucho más a saco, no están pa' tonterías
ya te digo, "y aunque micciones sobre su implorante rostro lloroso seguirá pidiéndote perdón"… estos maestros colombianos no se andan con chiquitas.
que alguien le pase el teléfono a la Esteban
Veo que aprecian ustedes la utilidad del maestro… también me dan miedo ustedes