Crímenes y castigos

“…
Por esa conciencia [de la responsabilidad en las propias decisiones] el ser humano se enfrenta a su propio juicio.
1.- En cualquier juicio no se permite ser juez y parte.
Muchos de los occidentales nos hemos criado en la cultura de la culpa, conocemos el mecanismo por el cual alguien deberá cargar con ella y no nos gusta que nos incluyan en el reparto, así que, ya de niños, pronto aprendemos aquello de “yo no he sido”.
2.- En cualquier juicio se parte de la presunción de inocencia.
Pero, ¿y si sabemos que sí hemos sido? Nuestra moral nos abocará a un castigo, ¿nos lo infligiremos? y en ese caso ¿nos redimiremos? No podemos ser libres si no nos perdonamos a nosotros mismos.
3.- El objetivo de la pena sentenciada a un culpable debe ser su reinserción.
…”

Del artículo “No me mires tan cerca” de Salvador Brió aparecido en RIPS Revista de Investigaciones Políticas y Sociológicas.

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