«El hecho de que el hombre se entienda a sí mismo como imagen de Dios o bien como un mono que ha tenido éxito, establecerá una clara diferencia en su comportamiento con relación a hechos reales. También en ambos casos se oirán muy distintos tipos de mandatos dentro de uno mismo»
Arnold Gehlen
PD: Apostatar sin duda me parece un signo de reconocimiento hacia el mono exitoso.
El «último mono» en la escala social es el mono más infeliz. Se reconoce como un producto inadaptado de una evolución que persigue el éxito. Si somos monos que han tenido éxito, ¿qué pasa cuando no lo tenemos?
PD: El 100% de la población de Tierralandia es apóstata. Somos todos monísimos.
«El hecho de que el hombre se entienda a sí mismo como imagen de Dios o bien como un mono que ha tenido éxito, establecerá una clara diferencia en su comportamiento con relación a hechos reales. También en ambos casos se oirán muy distintos tipos de mandatos dentro de uno mismo»
Arnold Gehlen
PD: Apostatar sin duda me parece un signo de reconocimiento hacia el mono exitoso.
El «último mono» en la escala social es el mono más infeliz. Se reconoce como un producto inadaptado de una evolución que persigue el éxito. Si somos monos que han tenido éxito, ¿qué pasa cuando no lo tenemos?
PD: El 100% de la población de Tierralandia es apóstata. Somos todos monísimos.
El éxito es la supervivencia dentro de una variopinta genealogía animal. Ahora, si entramos ya en otros ámbitos cojo y me como un plátano.