Hablar con el techo

«…
Ahora, acostado boca arriba, con las manos cruzadas bajo la cabeza, don José mira al techo y le pregunta, Qué podré hacer a partir de aquí, y el techo le responde, Nada (…) no me gustaría estar en tu piel si un día una de éstos te sorprenden en flagrante, No puedes estar en mi piel, no eres más que un techo de estuco, Sí, aunque lo que estás viendo de mí también es una piel, además, la piel es todo cuanto queremos que los otros vean, debajo de ella ni nosotros mismos conseguimos saber quiénes somos (…) la sabiduría de los techos es infinita, Si eres un techo sabio, dame una idea, Sigue mirándome, a veces da resultado.
…»

Don José y su techo en Todos los nombres de José Saramago.

3 comentarios en «Hablar con el techo»

  1. vaya, a mi me pasa más como a serrat, miras al cielo buscando inspiración, te quedas colgao en las alturas y solo te alcanzar para concretar que al techo no le vendría nada mal una mano de pintura.

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