Hallazgos: Fascículo 12

Desde otra de las puntas del mundo, Colombia, pasando por una cocina de Cagliari, en Cerdeña:

¡Qué suerte tiene el ser amado de que el Maestro Diomedez pueda intervenir para remediar sus errores! Menos mal que volverá, por fin, al lado de quien le ama tanto que desea verle «rendido humillado a tus pies sometido y arrepentido». Eso es amor y lo demás, virutas.

5 comentarios en «Hallazgos: Fascículo 12»

  1. ya te digo, "y aunque micciones sobre su implorante rostro lloroso seguirá pidiéndote perdón"… estos maestros colombianos no se andan con chiquitas.

Responder a raúl Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*